jueves, 24 de septiembre de 2009

Nueva victoria de Aurelio en Penedos do Lobo con récord incluido

CIRCUITO ALPINO
13 de Septiembre 2009
El pasado domingo 13 de Septiembre se celebró la tercera prueba del Circuito Alpino 2009 en la estación invernal de Cabeza de Manzaneda en Ourense, Penedos do Lobo. Más de 500 participantes divididos en tres categorías, media maratón, “andaina” y la prueba reina, la maratón acudieron a un duro recorrido con más de 3.000 metros acumulados de desnivel donde se proclamó vencedor por tercera vez consecutiva el atleta del Salomon-Santiveri Aurelio-Antonio Olivar, batiendo además su propio récord en más de 2 minutos. De esta manera Aurelio tiene muchas opciones de repetir el triunfo en el Circuito Alpino que ya consiguió la pasada edición; sólo queda la última carrera que se disputará en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre, el maratón de Jarapalos, el próximo 14 de noviembre.


En categoría femenina la también atleta del Salomon-Santiveri, Mònica Aguilera consiguió un trabajado segundo puesto sólo 15 días después del ¡magnífico tercer lugar en el Ultra Trail del Mont Blanc con 168 kilómetros de recorrido y más de 18.000 m de desnivel acumulado! Un saludo y hasta la próxima ocasión.

martes, 1 de septiembre de 2009

Mònica Aguilera en el podio del Ultra Trail del Mont Blanc

28-30 septiembre 2009
The North Face Ultra Trail del Mont Blanc

Con muchas dudas de como iba a encontrarme, pues sufrí una lesión en el mes de marzo, me encuentro en la línea de salida, con dorsal preferente por mi resultado del 2007 y por lo tanto compartiendo estos instantes con los mejores. ¡Todo un honor!
¡Salida! Sólo los que hemos tenido la oportunidad de correr el UTMB sabemos lo emocionante que resulta este inicio de carrera, es muchísimo el público que anima estos primeros kilómetros. Llega la primera bajada rompe piernas de la Charme. El paso por la localidad de Sant Gervais (km21) es seguramente el más multitudinario de todo el recorrido, aplausos, gritos de ánimos, resulta increíble que toda esa gente este allí por ver pasar a los corredores. El pelotón se va estirando. Hace bastante calor y me esta costando coger el ritmo, llegar a Contamines (km31) se me hace largo, pese a todo voy junto a la francesa Karine Herry y a escasos 10 minutos de la segunda en ese momento, la americana Kristin Mohel, quien ganaría finalmente la carrera.
Con la llegada de la noche y el frío, por fin, me empiezo a encontrar bien. Es en este momento cuando se me complica la carrera. Subiendo a la Croix de Bonhomme la niebla hace su aparición. Voy detrás de un grupo de corredores, siguiendo sus pasos, concentrada en llevar un buen ritmo… de pronto nos damos cuenta que hemos perdido el camino. No se ve ninguna señal, muy escasas para las condiciones en las que nos encontramos. Volvemos atrás pero la espesa niebla tampoco no nos permite reconocer de donde veníamos. El resultado fueron sobre 40 minutos de rodeos … hasta que de pronto vimos una hilera de frontales por debajo de donde nos encontrábamos. Estábamos por encima del collado donde estaba el control de la Croix de Bonhomme (km44). (A posteriori y analizando mis tiempos de paso he podido comprobar que perdí más de 60 puestos e iba 7ª de la general de mujeres….) Ante situaciones de este tipo de nada vale lamentarse, y como abandonar nunca se me pasó por la cabeza me crecí e intenté recuperar lo perdido. La rabia que tenia me hizó aumentar el ritmo y recuperar parte del tiempo perdido. Durante los siguientes 40 kilómetros tuve muy buenas sensaciones. Llegué a Arnuva (km94) con poco más de 15 horas de carrera, 72ª de la general, cuarta entre las mujeres y a media hora de la tercera.
Ya de día, en la subida al Gran Col Ferret, empecé a sentirme mal, no tenia fuerza y tuve que disminuir el ritmo. Comí y bebí regularmente esperando recuperarme pronto. Pero la recuperación total nunca apareció. Las subidas se me hacían muy largas, los llanos difíciles de correr a un ritmo sostenido y solo en las bajadas intentaba mantener un buen ritmo con el fin de perder el mínimo tiempo posible. Así fueron mis últimos 60 kilómetros de carrera. Sentía como iban cayendo los minutos, pensaba en cuanto me estarían recortando tiempo mis inmediatas perseguidoras, pensaba en que en estas condiciones solo debía poner todos los esfuerzos en acabar.
Mi paso por Champex (km123) fue seguramente el más delicado de todos. Estaba completamente vacía, estuve más de 20 minutos intentando comer, beber, recuperar.
Cuando ya creía que estar entre las 5 primeras se estaba poniendo complicado, me alertaron que la francesa Herry, 3ª hasta entonces, iba mal y que le había estado recortando tiempo. Finalmente Karine abandonaba por problemas físicos en Trient (km138). No me lo acababa de creer, ¡pero, sí!, tenía posibilidades de podium a falta de 28 km de meta.

Mònica Aguilera

Podio en el Ultra Trail del Mont Blanc

28-30 septiembre 2009
The North Face Ultra Trail del Mont Blanc

Con muchas dudas de como iba a encontrarme, pues sufrí una lesión en el mes de marzo, me encuentro en la línea de salida, con dorsal preferente por mi resultado del 2007 y por lo tanto compartiendo estos instantes con los mejores. ¡Todo un honor!
¡Salida! Sólo los que hemos tenido la oportunidad de correr el UTMB sabemos lo emocionante que resulta este inicio de carrera, es muchísimo el público que anima estos primeros kilómetros. Llega la primera bajada rompe piernas de la Charme. El paso por la localidad de Sant Gervais (km21) es seguramente el más multitudinario de todo el recorrido, aplausos, gritos de ánimos, resulta increíble que toda esa gente este allí por ver pasar a los corredores. El pelotón se va estirando. Hace bastante calor y me esta costando coger el ritmo, llegar a Contamines (km31) se me hace largo, pese a todo voy junto a la francesa Karine Herry y a escasos 10 minutos de la segunda en ese momento, la americana Kristin Mohel, quien ganaría finalmente la carrera.
Con la llegada de la noche y el frío, por fin, me empiezo a encontrar bien. Es en este momento cuando se me complica la carrera. Subiendo a la Croix de Bonhomme la niebla hace su aparición. Voy detrás de un grupo de corredores, siguiendo sus pasos, concentrada en llevar un buen ritmo… de pronto nos damos cuenta que hemos perdido el camino. No se ve ninguna señal, muy escasas para las condiciones en las que nos encontramos. Volvemos atrás pero la espesa niebla tampoco no nos permite reconocer de donde veníamos. El resultado fueron sobre 40 minutos de rodeos … hasta que de pronto vimos una hilera de frontales por debajo de donde nos encontrábamos. Estábamos por encima del collado donde estaba el control de la Croix de Bonhomme (km44). (A posteriori y analizando mis tiempos de paso he podido comprobar que perdí más de 60 puestos e iba 7ª de la general de mujeres….) Ante situaciones de este tipo de nada vale lamentarse, y como abandonar nunca se me pasó por la cabeza me crecí e intenté recuperar lo perdido. La rabia que tenia me hizó aumentar el ritmo y recuperar parte del tiempo perdido. Durante los siguientes 40 kilómetros tuve muy buenas sensaciones. Llegué a Arnuva (km94) con poco más de 15 horas de carrera, 72ª de la general, cuarta entre las mujeres y a media hora de la tercera.
Ya de día, en la subida al Gran Col Ferret, empecé a sentirme mal, no tenia fuerza y tuve que disminuir el ritmo. Comí y bebí regularmente esperando recuperarme pronto. Pero la recuperación total nunca apareció. Las subidas se me hacían muy largas, los llanos difíciles de correr a un ritmo sostenido y solo en las bajadas intentaba mantener un buen ritmo con el fin de perder el mínimo tiempo posible. Así fueron mis últimos 60 kilómetros de carrera. Sentía como iban cayendo los minutos, pensaba en cuanto me estarían recortando tiempo mis inmediatas perseguidoras, pensaba en que en estas condiciones solo debía poner todos los esfuerzos en acabar.
Mi paso por Champex (km123) fue seguramente el más delicado de todos. Estaba completamente vacía, estuve más de 20 minutos intentando comer, beber, recuperar.
Cuando ya creía que estar entre las 5 primeras se estaba poniendo complicado, me alertaron que la francesa Herry, 3ª hasta entonces, iba mal y que le había estado recortando tiempo. Finalmente Karine abandonaba por problemas físicos en Trient (km138). No me lo acababa de creer, ¡pero, sí!, tenía posibilidades de podium a falta de 28 km de meta.
El último punto de asistencia situado en Vallorcine me pareció toda una fiesta. Un montón de gente, amigos y mi familia me animaban, y fue a partir de aquí cuando empecé a creerme que podía acabar tercera.
Última subida, agónica como las tres anteriores, el paso por La Flegere y finalmente la bajada a Chamonix. Poco pude disfrutar estos últimos 20 kilómetros, las fuerzas continuaban sin aparecer. Fueron tan solo los últimos metros por las calles de Chamonix donde por unos instantes desaparecieron todos los dolores, y acompañada de una calurosa multitud que animaban y aplaudían lograba cruzar con una felicidad inmensa la línea de meta tras más de 29 horas de carrera. Una 55ª posición en la general y 3ª en féminas que me sabe a gloria.